El artista Rafael Lozano-Hemmer fue el primer representante oficial del Pabellón de México en la 52ª Exposición Internacional de Arte de la Bienal de Venecia. Para este proyecto presentó un conjunto de instalaciones bajo el título Algunas cosas pasan más veces que todo el tiempo. Con curaduría de Príamo Lozada y Bárbara Perea, el proyecto se instaló en el Palazzo Soranzo Van Axel.

La exposición estuvo compuesta por seis instalaciones de arte digital desarrolladas con software y hardware diseñados específicamente para cada pieza. Dado que uno de los principios del arte digital es la interacción directa con el espectador, las obras de Lozano-Hemmer permitían a los visitantes experimentarlas de forma inmediata y personal. El artista convierte al cuerpo en una herramienta catalizadora de su obra, que se transforma en una alternativa de diálogo entre espectadores que, sin necesidad de interactuar entre sí, se descubren a sí mismos y a los otros a través de las piezas.